EL INVERNADERO CASERO
Reciéntemente estaba dándole vueltas a la cabeza buscando ideas entrenenidas para intentar hacerle un poco más llevadero el veranito a Claudia y de pronto me acordé de un regalo que le habían hecho.
Supongo que todos recordáis aquellos experiementos que hacíamos en el cole con judías, lentejas o garbanzos que metiamos en tarros de cristal envueltos en algodón y regabamos esperando con paciencia a que la plantita creciese.... (vaya recuerdos)
Bueno, lo cierto es que, como podía ser de otra forma los tiempos han evolucionado y aquel primitivo invernadero lo podeís encontrar en cualquier juguetería reconvertido en juego educativo con múltiples formatos y es precisamente uno de ellos el que ha llegado a nuestras manos.
Me parecío una idea interesante para involucrar un poquito más a Claudia en el respeto a la naturaleza y desarrollar sus conocimiento del medio ambiente y la ecología y este fué el resultado
Lo que me encantó es que dentro del set que le habían regalado además del invernadero de rigor, las macetitas, semillas , pipetas, botes de observación, etc, viene incluido un manual de siembra, observación y clasificación de las plantas, así como bastantes propuestas de experimentos con las plantas para que los peques puedan entender el proceso de crecimiento y fotosíntesis de éstas de modo que puedan comprobar en primera persona los efectos del crecimiento sin luz, sin oxígeno, en condiciones diferentes, etc, conviertiendo de esta forma el invernadero en un verdadero laboratorio botánico.
En principio pensé que igual al tener que esperar unos días para ver el resultado la peque podría aburrirse pronto, pero nada más lejos de la realidad, día a día Claudia se responsabiliza de ver la evolución de sus plantas, comprobar la temperatura en el termómetro y regarlas con la pipeta, lo que ha derivado en que en una semana excasa me he visto obligado a transplantar las plantas a unos recipientes mayores en la jardinera de casa.
En definitiva, se trata de un experimento muy entretenido que sin duda involucrará a los peques en el conocimiento y respeto de la naturaleza y que les mantendrá ocupados varios días.
Además de ello, cuenta con la ventaja de que puede realizarse a la antigua usanza a coste "0", que con la que está cayendo nunca viene mal, y es una manera perfecta de compartir un rato en familia y transmitir vuestros recuerdos infantiles a los peques.
Espero que lo disfrutéis tanto como nosotros.
Bonham
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